
Introducción
El hematoma auricular, comúnmente conocido como «coliflor», es una condición médica que afecta el pabellón auricular (oreja externa). Se caracteriza por la acumulación de sangre entre el pericondrio (la capa de tejido que cubre el cartílago) y el cartílago de la oreja. Esta acumulación de sangre puede provocar inflamación, dolor y, si no se trata adecuadamente, deformidad permanente en forma de engrosamiento y endurecimiento del cartílago, asemejándose a una coliflor, de ahí su nombre coloquial.
Causas
La causa principal de un hematoma auricular es un traumatismo contundente en la oreja. Esto es común en deportes de contacto como el boxeo, lucha libre, rugby, y artes marciales, pero también puede ocurrir por accidentes o lesiones en la vida diaria. La rotura de vasos sanguíneos pequeños dentro de la oreja es lo que desencadena la acumulación de sangre.
Diagnóstico
El diagnóstico de un hematoma auricular suele ser clínico, basado en el examen físico del paciente. El médico observará la oreja inflamada, hinchada, dolorosa, y de color rojo o amoratado. La palpación puede revelar una fluctuación (sensación de movimiento de líquido) dentro de la oreja. En casos poco claros, se pueden solicitar imágenes como una ecografía para confirmar el diagnóstico y descartar otras condiciones.
Tratamiento
El tratamiento del hematoma auricular debe ser rápido y eficaz para prevenir la deformidad permanente. El tratamiento principal es la incisión y drenaje quirúrgico. Esto implica realizar una pequeña incisión en la piel de la oreja para drenar la sangre acumulada. Después del drenaje, se coloca un vendaje compresivo para minimizar la acumulación de más sangre y promover la cicatrización.
En algunos casos, se puede usar una aguja para aspirar la sangre (aspiración con aguja), pero este método es menos efectivo que la incisión y drenaje, ya que puede no eliminar completamente el hematoma. Después del procedimiento, es crucial mantener un vendaje compresivo firme durante varias semanas, y en ocasiones, se puede utilizar una férula para mantener la oreja inmóvil y evitar la recurrencia.
Complicaciones
Si el hematoma auricular no se trata adecuadamente, puede provocar la formación de tejido cicatricial y deformidad permanente del cartílago auricular (pericondritis). Esto puede resultar en una oreja deformada, engrosada y dura, similar a una coliflor. En casos graves, puede ser necesaria una cirugía reconstructiva para corregir la deformidad.
Prevención
La prevención del hematoma auricular se centra en la protección de la oreja durante la participación en actividades de alto impacto. Esto incluye el uso de protectores auriculares adecuados en deportes de contacto. La rápida atención a cualquier lesión en la oreja también es crucial para minimizar el riesgo de complicaciones.
Conclusión
El hematoma auricular es una condición que requiere atención médica inmediata. El tratamiento oportuno y adecuado, principalmente la incisión y drenaje, es esencial para prevenir la deformidad permanente y asegurar una recuperación completa. La prevención a través del uso de protectores auriculares adecuados es fundamental para reducir el riesgo de esta lesión.